viernes, 29 de abril de 2011

William & Catherine

Ya he tenido lugar la boda real del año (y del siglo). Will & Kate ya se han convertido en marido y mujer y, además de Principes, serán Duque y Duquesa de Cambridge.


  La joven pareja ha contraído matrimonio en una ceremonia, muy calculada a la par que emocionante, ante casi    2 000 invitados. En el momento en que Kate bajó del coche en el que iba acompañada por su padre y su hermana, se descubría el secreto mejor guardado: el vestido de novia. ¿La elegida para confeccionarlo? Sarah Burton para Alexandre McQueen (¡God Save McQueen!). Gracias a este diseño, la ya Princesa hace una declaración de intenciones al elegir la moda local a la vez que hace gala de su exquisito gusto al elegir una casa de diseños con mayúsculas.


  El vestido, es un vestido de novia, para mí, como ha de ser: eleganante y sencillo.  Una pieza doble realizado en tela brocada, con escote palabra de honor cubierto por una chaquetilla de encaje, cuyos bordados han sido llevados a cabo por la Escuela de Bordados Reales suguiendo las técnicas del siglo XIX. Un vestido que recuerda al que llevó Grace Kelly en su boda.  Lo complemetan un velo liso, unos zapatos a juego que también son de McQueen, un bouquet pequeño y sin excesivas complicaciones. La tiara de Cartier, es un prestamo que la Reina Isabel le ha hecho a la novia para que ésta complementara su semirecogido.


  En contrapunto con lo protocolario y la puntualidad inglesa (cumplida en todo momento a rajatabla), se encuentra el aire tranquilo, desenfadado y constanteme sonriente de los novios. William le ha dicho al verla. "You are beautiful". ESO ES AMOR! y decir la verdad, porque para mí que estaba guapísima.

  Los londinenses están muy orgullosos de esta boda, y a mí, que cada vez me queda menos para ser "ciudadana de Londres" y que además, me encantan las bodas... Pues no podía dejar de hablaros del tema del día.

... ¡una boda de cuento real!
   

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