La maravillosa Londres te puede traer en un mismo día tragedias como las que están aconteciendo a lo largo de estos días por toda la ciudad, como días infernales de calor propios del mes de agosto que terminan en postales de cuento como las que os muestro.
Alguien me dijo hace unos días que desde que llegó a esta ciudad no dejaba de estar impresionado ni un solo momento, y la verdad, es que la riqueza de contrastes que en ella se pueden encontrar es infinita. En estos días de revuelos y revueltas en los que se amanece con helicópteros sobrevolando la ciudad, se vive con la incertidumbre de saber qué pasará y se duerme con la esperanza de que no te encuentres en la puerta de tu casa con lo peor, siempre queda un halo de riqueza cuando te asomas por la ventana y descubres que es verdad que después de la tormenta siempre viene la calma.
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