Ayer fue uno de esos felices y perfectos días que te regala la ciudad de Londres: por la mañana un poco de sol y calor (creo que muy temprano estuvo lloviendo pero como fue mi día OFF en el trabajo quise estar en la cama hasta tarde) y un English Breakfast; por la tarde nubes bochornosas, vueltecita por CAMDEN, gofre cubierto de chocolate observando el río, cervezas en buena ( y nueva) compañía y de fondo, el arco iris... Nunca lo había visto asomar tan tímido y seguro entre viejos edificios y desapercibido entre el frenético vivir de quien habita esta ciudad.
Es una pena que hoy me toque día intensivo en el trabajo y que no pudiera disfrutar de la noche al completo (los planes prometían). Suerte que quedan infinitas noches como estas...
Have a nice Sunday!
No hay comentarios:
Publicar un comentario