... con tanta lluvia se me han mojado las ideas y la verdad, no se me ocurre nada que escribir hoy, así que... Os dejo con las fotos que he hecho a la lluvia. Las imágenes hablan por sí solas y en días como hoy más vale una imagen que mil palabras (;p Sobre todo porque estoy vaga y no tengo ganas de escribir... SORRYYYY!!! Espero que me sepáis perdonar después de 12 horas trabajando y sabiendo que mañana me espera lo mismo).
sábado, 27 de agosto de 2011
viernes, 26 de agosto de 2011
Sunset at Westminster
Después de trabajar, lo que más me gusta hacer es irme a pasear por Londres cámara de fotos en mano. Hay que aprovechar, ya que los días de verano están llegando a fin y los días cada día se van haciendo más cortos.
Lo que más sorprende es el hecho de que puede amanecer diluviando, estar todo el día nublado sin poder ver un rayo de Sol, y de repente, por la tarde, el cielo te deleita con impresionantes puestas de Sol que a nadie deja indiferente. Va a ser verdad eso de que Después de la tormenta siempre llega la calma.
Vais a pensar que estoy obsesionada con la zona de Westminster y con el Big Ben,... Y razón no os falta. No sé que me pasa que haga lo que haga al menos una o dos veces por semana tengo que ir a ver el que para mí es el reloj más bonito, elegante y distinguido del mundo. Nunca dejará de impresionarme. Con cada cielo me parece distinto pero deja de ser él. Sí, ya lo sé, es un reloj, pero he de reconocer que me ha enamorado. Al igual que el London Eye, otra maravilla de Londres a la que nunca me cansaré de mirar.
Un día largo en el trabajo, una jornada de turismo por La City, las piernas que ya no te responden y un atardecer que se presta a que te olvides de todo y que por instante sólo pienses en lo que tienes delante de tus ojos. Sin duda, el mejor final de día que pude tener.
¿Verdad que mi obsesión está más que justificada?
Y ahora he de reconcer la verdad por la cual acabé ayer tarde en Westminster... ;p
Tenía tantas ganas de comerme un gofre que no pude resistirme a acercarme al mejor puesto de Gofres de todo Londres... Un capricho bastante caloríco en el que llevaba pensando desde el primer día que estuve por aquí. Por fin cumplí mi sueño!
Ummmmmmmmmm...!!!!!!!
;p
martes, 23 de agosto de 2011
... and a cup of ...
Trabajar de cara al público tiene sus cosas malas y sus cosas buenas. COMO TODO EN ESTA VIDA, claro está! Pero yo hasta ahora solo le veía el inconveniente de tener que levantarme a las 05.00h para servir cafés y tener que sonreir sí o sí. Da igual que llueva, que haga un calor infernal, que te duela la cabeza, que no soportes a tu compañero / a de trabajo o que te lleves genial con él / ella,... Da igual que no puedas aguantar 5 minutos más de pie, que necesites irte a casa (YA!!!) o que ese día tengas el ánimo por los suelos y estés enfadado con el mundo, tú siempre tienes que sonreir y desearle a todos un feliz día cuando lo único que deseas es que tropiece con el escalón (MIND THE STEP) y así poder reirte de manera sincera.
En estos días de verano en los que me paso las tardes encerrada en un Coffe Shop a la espera de algún cliente (es temporada baja para las caferterías, todo el mundo está de vacaciones) he descubierto que para poder sonreir te tiene que gustar lo que haces y disfrutar cada minuto de ello. Da igual que no sea el trabajo de tu vida, lo importante es sacarle partido y sentir que vales para ese oficio y que eres el mejor. Y hoy me he dado cuenta de que lo soy, pues al hacerme la comida me he demostrado a mí misma como cada día me supero con los sandwiches (ya sé que no son platos de postín, pero no tengo ingredientes para más!) y ni qué decir tiene con el café. Y bueno, del idioma ya no hablamos: esto de entender a todo el mundo es increíble y más cuando les contestan y te entienden!!! Siempre hay alguno al que le preguntas que si quiere leche en el té y te responde que "Take Away", o que si desea pan intengral o blanco y te dice que con el bocadillo tiene suficiente... (no soy la única a la que le cuesta arrancar por las mañanas...). Luego están aquellos que para pedirte un café te cuentan toda su vida: "Pues quería un Expresso "Take Away" pero viendo como llueve creo que lo mejor será que me lo tome aquí aunque sea más caro y aunque llegue tarde a la cita. Bueno, no sé..." Entonces me mira con cara de que quiere que le solucione su gran duda y yo, amablemente le vuelvo a preguntar "Qué café quieres? Para tomar aquí o para llevar?(Porque como verás no me importa tu vida, estaba limpiando la máquina del café porque entre otras cosas en la puerta hay un cartel que pone CLOSE y encima no entiendo muy bien lo que dices porque hablar muy deprisa y no te oye ni el cuello de tu camisa)".
Y cómo no! También tenemos a los clientes de siempre, con sus tarjetas de "Si te piedes 9 cafés, el 10º es FREE!" a las que les tienes que poner el sello perfectamente porque si no se enfandan y que antes de que pasen por la puerta ya sabes lo que quieren y cómo lo quieren.
Es divertido, verdad? No me aburro! De que no hago un café, preparo un English Breakfast, o mando un fax (también es un Ciber Café), o hago fotocopias,... o me pierdo en la traducción. VERY NICE WORK!
Pero vi algo que no veía hace mucho. Algo que me ha hecho sonreir aunque mis piernas me daban pinchazos por las largas horas de pie detrás del mostrador. Algo tan bonito como una pareja hablando de su relación de manera sincera y refugiados tras una taza de café (preparado por mí ;p) en una larga, fría y lluviosa tarde en Londres. Unas tres horas hablando, recordando, riendo,... a veces llorando. Se acariciaban, se daban calor con las palabras, bebian, continuaban la conversación, se escuchaban, sonreían,... Y me hacían compañía. Sin que se dieran cuenta me han hecho bien lo importante que hacer bien el trabajo, lo importante que ha sido que el café estuviera bueno. Seguramente si no lo hubiera hecho tan "very nice" se hubieran ido a otra parte. Y para que los clientes estén contentos, el producto tiene que ser de primera calidad y para que el producto sea de buena calidad, yo tengo que sonreir, pero no porque haya que hacerlo. Tengo que sonreir porque me gusta lo que hago y disfruto con ello. Y así, haciendo una cadena con las pequeñas cosas de la vida todos estamos contentos, sonreímos y el mundo funciona un poquito mejor.
He descubierto el poder que tiene el café sobre la gente. La gran droga que se toma con mucha espuma y caliente. Cada uno a su gusto y a su manera, pero lo que me ha quedado claro es que un café siempre sienta mejor si estás bien acompañado.
Ayer sabía, al despertarme con el ruido de la lluvia que nos acompañó durante todo la jornada, que iba a ser un gran día. Y ya veis que si lo fue. No hice otra cosa que trabajar pero mereció la pena disfrutar de cada momento.
Summer rain
Si hay algo que siempre me ha gustado es despertarme con el ruido de la lluvia. Sobre todo, con el ruido de esa lluvia que cae con ganas de no querer parar nunca. La lluvia a la que le gusta hacerse notar. La lluvia de Londres. Hace unos minutos he experimentado esa experiencia y no he podido evitar levantarme con una sonrisa en medio de un día gris, lluvioso y muy frío, preludio que anticipa lo que el invierno nos va a traer.
¡Hasta las gotas de las ventanas son perfectas!
Have a nice Day!
viernes, 19 de agosto de 2011
Perfect Summer Nights
Hace un par de noches pude disfrutar de una de las estampas más bonitas que ofrece la ciudad de Londres: Westmister es una de mis zonas preferidas y creo que siempre lo será. Y por la noche me gusta todavía más: no hay gente, no ha ruidos, se escucha el río en su majestuoso paso por la ciudad,... Y aunque el bullicio de esta ciudad me hace sentir bien, la tranquilad nocturna que ofrece este paraje no lo cambio por nada del mundo.
Quise disfrutar de un agradable paseo por las orillas del Támesis mientras el London Eye y el Big Ben iluminaban mi camino, a sabiendas que el verano aquí tiene las horas contadas y que los sueños que se encierran en ellas habrán de esperar un año si se quieren cumplir.
Os dejo con las fotos protagonistas de esa noche. Nunca una noria ha acaparado tanto mi atención. Nunca he puesto tanto empeño en no dejar de mirar una atracción. Quizá, algún día, las fotos las haga desde arriba.
martes, 16 de agosto de 2011
First time...
Hoy propongo un post musical y aunque un poco "ñoño" (muy "honey"), la canción es muy bonita y relajante (algo necesario para una dura jornada de trabajo).
Desde hace unos días vengo escuchando al grupo que la canta porque la verdad, me ayudan a entender la pronunciación inglesa y así aprendo nuevas palabras.
Espero que os guste:
Desde hace unos días vengo escuchando al grupo que la canta porque la verdad, me ayudan a entender la pronunciación inglesa y así aprendo nuevas palabras.
Espero que os guste:
lunes, 15 de agosto de 2011
(...)
Hello darlings!!!
Hoy tenía un post muy divertido y ameno para mostraros: un post muy gráfico por el subsuelo londinense. Pero cuando he ido a comenzar el reportaje mi cámara me ha recordado que me he dejado la batería cargando en casa y la tarjeta de memoria en el ordenador...
:S
¡Vaya cabeza! Menos mal que mi mañana se iba a centrar en eso...
(...) Another day (...)
domingo, 14 de agosto de 2011
OYSTER CARD
Hoy dejo apartado el turismo rutinario por la “City” para hablaros de una de las cosas más importantes que porto en mi bolso desde que habito en Londres: mi OYSTER. Mi gran aliada en los viajes y sin la cual no me podría mover con total libertad por las zonas 1-2 de Londres (es para las zonas para la que yo me la he comprado).
Un poco cara en mi opinión (pero qué no es caro en London). Cada semana supone para mí un desembolso de 27.60 Libras (y yo que me quejaba de los precios de Madrid…), pero permite coger el metro, el bus y el tren con total libertad (ni siquiera la tienes que sacar del bolso para pasarla por la banda magnética de los tornos) y sin número limitado de viajes.
La OYSTER CARD es el billete electrónico utilizado en los transportes de Londres desde que se introdujera en 2003, y según las estadísticas, cada vez tiene más usuarios.
Quien posee una OYSTER tiene que pasar la tarjeta por encima del logo circular de color amarillo que poseen los tornos de los metros /trenes /buses. Como dicen aquí, el usuario tiene que “touch in and touch out” con el logo y la OYSTER tiene que ser utilizada tanto a la entrada como a la salida (menos en las líneas de autobuses).
El sistema consiste en un sistema electrónico de tipo asíncrono donde los datos del saldo de la cuenta (history card sistem) actual del usuario vienen guardados en la misma tarjeta y en una base central de datos que se puede consultar en cualquier máquina de cualquier estación de metro.
La TRAVEL OYSTER CARD suele ser periódica y generalmente se suele utilizar por periodos de una semana, de un mes o de un año. La más conocida y utilizada es la semanal, que da la posibilidad de viajar durante una semana en el circuito elegido.
También hay disponible un sistema en el que el usuario decide cuándo y cuánto recargar en su propia OYSTER. Es el llamado sistema pay as you pay. La validad de la card es sin límites y depende de lo que los usuarios hagan, ya que puede ser recargada con cualquier importe y descargada en cualquier viaje. El usuario tiene que calcular cuánto le conviene gastarse en base a la frecuencia del viaje; así, por cada viaje efectuado por el usuario, la card vendrá cargada del coste de cada viaje.
Para adquirir la OYSTER CARD el usuario tiene que dejar un depósito de 5 Libras, registrar tus datos personales. Después, la card se puede recargar en cada estación de metro, en las tiendas que exponen el símbolo de la Oyster Card (generalmente son los 24 hours shops) o bien de manera online.
Y para terminar, el toque chic: todo el mundo lleva una funda para proteger la OYSTER de las inclemencias venideras. TODO UN MUST EN COMPLEMENTOS. El mío (que me compré con mi primera paga del trabajo) es de “Accessorize” y tiene dibujada la bandera del país en rosa chillón. Perfecta para recorrerme Londres!!!
viernes, 12 de agosto de 2011
AVENUE
Ayer fue jueves y claro, después de una matadora semana con jornadas laborales intensas y con la cabeza siempre pensando en que al salir a la calle te podrías encontrar lo peor... Mi cuerpo me pedía una tarde tranquila en la que no necesitara pensar en nada. Así que me maquillé un poco, cambié mi riguroso uniforme negro por ropa con colores y me fui al centro a ver qué lo que se cocía por allí. Acabé, cómo no, en mi sitio de referencia de la City donde tomar unas cervezas a buen precio y con buen ambiente: AVENUE. Y cual fue mi sorpresa que tocaba tarde de "duelo de pianos". Dos hombres, dos pianos y gente con ganas de pasarselo bien después de una intensa semana. ¿Qué más se puede pedir?
Have a lovely Friday (yo lo pasaré trabajando)!
miércoles, 10 de agosto de 2011
I´m fine. Don´t worry
Buenas tardes!
El post de hoy lo dedicaremos a tranquilizar a la people. La verdad es que las imágenes de las revueltas por las calles de Londres pueden parecer de todo menos tranquilizadoras: la violencia se ha extendido desde los barrios más pobres y tradicionalmente conflictivos de la ciudad hasta las zonas más residenciales de la City,... Pero en ni nombre diré: "Papá, Mamá, Chache, familiares y amigos: I´m fine. Don´t worry".
La verdad es que si no llega a ser por los periódicos, yo no me entero de nada. Bien es cierto que los comercios cierran más temprano de lo habitual, que todo está plagado de policías, que no hay descanso de los helicópteros en todo el día y la gente no para susurrar en voz baja (¡Ya entiendo gran parte de las conversaciones que escucho en el metro!) con el compañero algún acto relacionado por el tema. Pero por lo demás, yo estoy tranquila, pues David Cameron ha vuelto de vacaciones para salvarnos de una tragedia y a mi no me queda más remedio que confiar en su palabra para evitar que se me pegue el miedo que muchos londinenses tienen metido en el cuerpo.
Para tranquilizaros os diré que desde la TV todo se parece más alarmante (sobre todo porque como los polis van en caballo parece que se va a disputar una batalla como las de siglos atrás). Me di cuenta ayer, cuando una periodista de la BBC estaba cubriendo la manifestación que hubo por la tarde, y estaba más pendiente de que su escote (con sus dos respectivos globos) salieran bien en cámara que de la gravedad de los hechos. Ni si quiera los periodistas "serios" se lo toman como se lo deberían tomar (o quizá pensó que tiran más dos tetas que dos carretas y que los conflictos se resolverían si ella salía mona en cámara... vete tú a saber!).
Y nada, para demostrar gráficamente que yo "al mal tiempo, buena cara", os dejo una instantánea tomada ayer tarde en la tienda más divertida y sabrosa de London: la tienda de M&M (de la que ya hablamos aquí) y con la cual quiero recordarle a mi M&M Verde que la echo de menos. No os podéis imaginar lo bien que olía a chocolate!
Have a lovely day!
martes, 9 de agosto de 2011
From my window
La maravillosa Londres te puede traer en un mismo día tragedias como las que están aconteciendo a lo largo de estos días por toda la ciudad, como días infernales de calor propios del mes de agosto que terminan en postales de cuento como las que os muestro.
Alguien me dijo hace unos días que desde que llegó a esta ciudad no dejaba de estar impresionado ni un solo momento, y la verdad, es que la riqueza de contrastes que en ella se pueden encontrar es infinita. En estos días de revuelos y revueltas en los que se amanece con helicópteros sobrevolando la ciudad, se vive con la incertidumbre de saber qué pasará y se duerme con la esperanza de que no te encuentres en la puerta de tu casa con lo peor, siempre queda un halo de riqueza cuando te asomas por la ventana y descubres que es verdad que después de la tormenta siempre viene la calma.
lunes, 8 de agosto de 2011
Parajes de película
Hace unos días estuve paseando por una de las zonas más industriales de Londres. Anduve durante algo menos de una hora por una especie de paseo marítimo a las orillas del Támesis. Mi idea era fotografiar aquella zona, relajarme antes de una jornada de trabajo, sentarme, leer, escribir lo que sería este post,... pero escogí el día más horroroso e inestable para hacerlo, así que tuve que reducir el tiempo de mi excursión mañanera.
La verdad es que la zona no era nada turística: barcos industriales, suciedad en las orillas del río, ... Pero había algo que me gustaba y evitaba que me fuera de allí. Algo que me hacía sentir en una antigua película inspirada en Londres: ambientada en días lluvios, grises, con el sol apareciendo de repente sin esperalo como un halo de tranquilidad frente a la penuria pasada. Y el aire... indiscutible protagonista.
Había algo que me atraía...
Quizá el olor a río recién mojado por la lluvia, la inspiración a tranquilidad por el nulo ruido de la gran ciudad. El sosiego entremezclado con el bullicio de las aves...
... y es que la sensación de tener la cara mojada mientras el viento te roza en la cara... no tiene precio!
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